Se plantea que el detalle arquitectónico, desde su representación hasta su realización, es fundamental en la arquitectura y que la tolerancia es lo que se manifiesta en la transformación de esos detalles. Se considera un subproducto de la autonomía disciplinaria de la arquitectura, que surge al comprender y diseñar teniendo en cuenta las contingencias del entorno.
El historiador Kenneth Frampton se menciona como un analista de la "tectónica", entendida como una serie de opuestos entre lo que "es" y su apariencia. El diseño de los detalles queda suspendido entre estos dos aspectos. Se destaca que al pasar del dibujo a la obra construida, el diseño debe adaptarse a la realidad, considerando la imprecisión de los equipos, los seres humanos, los materiales y el sitio. Estas imprecisiones y desviaciones se entienden como tolerancias.
Se reconoce que existe tolerancia en las líneas de un dibujo, pero que es esencial para garantizar que se pueda construir un edificio en el sitio. Además, se menciona que las tolerancias son suministradas por los fabricantes y acordadas con los contratistas, y que forman parte de la realidad que el arquitecto debe tener en cuenta.
El ensayo propone explorar arquitectos que tienen una visión particular de la tolerancia y que buscan mantener el control sobre los parámetros de variabilidad inherentes al diseño y construcción a través de los detalles. Se mencionan los arquitectos SHoP, Kieran Timberlake y Frank Gehry como ejemplos a considerar para comprender su actitud y comprensión de la naturaleza de la tolerancia. El ensayo estudiará su trabajo, desde los objetos construidos hasta el proceso de diseño, examinando cómo la tolerancia está relacionada con la expresión tectónica, donde las partes y lo que hay entre ellas facilita el conjunto arquitectónico.
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